Otra vez Octubre antes de que el dictador no tenga quien le escriba
«Octubre era una de las cosas que llegaba», dice Gabriel García Márquez en su libro El coronel no tiene que le escriba. En Bolivia resaltan, entre otras fechas luctuosas de la historia en lo que va del siglo, al menos dos octubres marcados de luto y batalla en las calles, a saber: Octubre negro en 2003 y Octubre de 2019.
Es pertinente recordar asimismo que el once de enero de 2007 la ciudad de Cochabamba ha sufrido el avasallamiento de las hordas masistas, y su juventud ha sido letalmente herida de muerte cuando una turba enviada por el gobierno ha ejecutado sádicamente al joven CHRISTIAN URRESTY, y ayer, treinta de octubre, nuevamente las hordas han asesinado, no a una persona sino a dos hombres de bien, que estaban en la poblacion de Montero, Santa Cruz, defendiendo la democracia en el sentido de lograr que se respete el voto en las elecciones generales y que los resultados arrojen el nombre del líder que la población eligió, Carlos Mesa, y no al candidato ilegal e ilegítimo del partido Mas Ipsp, Evo Morales, quien junto a su acompañante a la vicepresidencia Álvaro García Linera, fue rechazado en el referendo de 2016, no obstante un tribunal comprado junto a la venia de la OEA le ha asignado a la dupla Evo – Álvaro el “derecho humano” de postular nuevamente cuando la Constitución Política del Estado no lo permite.
Pero una vez más el pueblo ha sido vil y descaradamente traicionado por el representante de la policía boliviana, el comandante en Cochabamba Cnel. Grandy, quien “viabilizó” el pacto maquiavélico del gobierno del «vivir bien» con las hordas represivas del Chapare y Sacaba a cambio de unas dádivas. Ahí en la Federación de cocaleros, el día 29 de octubre de 2019, el comandante policial de Cochabamba fue filmado acordando protección a los asaltantes de la ciudad en desmedro de la juventud cochabambina, como se puede ver en este enlace: https://www.facebook.com/plugins/video.php.
En este mes de octubre del año dos mil diecinueve, el pueblo boliviano ha sido nuevamente amenazado con cercos por el presidente Morales, quien es al mismo tiempo presidente y candidato. El día treinta ha sellado su amenaza con la sangre de varias personas, haciendo realidad su amenaza. A consecuencia del fraudulento acto electoral del día domingo 20 de octubre y las protestas generalizadas de la población, dos vidas y cientos de heridos en todo el país, además de destrozos de bienes materiales y grandes pérdidas de la naturaleza debido a incendios provocados por gente oficialista es lo que se lleva a la tumba esta última semana del mes. Pero no se ha podido llevar la entereza y fuerza de la juventud boliviana que se ha plantado altiva y humilde a la vez al grito de Viva mi patria Bolivia, Morir antes que esclavos vivir y Esta no es nuestra lucha, sino de Jehová de los ejércitos.
El presidente desde su laberinto ha gritado a los cuatro vientos su pseudo victoria sin considerar que los resultados son producto de acciones truculentas llevadas a cabo por su ejército de funcionarios y funcionales comprados para torcer los estatutos. Dice Jehová guardarás mis estatutos y no los quebrantarás, pero el gobierno socialistoide de Evo Morales ha sembrado el caos y la corrupción en la patria apelando a todo tipo de artificios diabólicos y engranajes delincuenciales, tales como urdir junto a la policía nacional tretas para eliminar físicamente a los habitantes de Bolivia que no sean afines a la política verticalista y segregacionista del MAS.
Sin embargo, aunque algunas personas en particular critiquen que se invoque al Creador en esta batalla, nunca como ahora Jehová de Israel ha sido el líder del movimiento de nuestro pueblo que busca justicia y verdad, a lo que Dios se ha manifestado.
El pueblo sabía que solo no tenía fuerzas y clamó la Palabra y recibió aliento:
“Todos, Israel y habitantes de Jerusalén y de Bolivia,
No tengan miedo ni pierdan la esperanza, porque esta guerra no es de ustedes sino de Dios, en este día sigamos orando confiados firmemente reconociendo que al final de esta jornada nuestros ojos verán la gloria de Dios”.
En este día último de octubre, dos fuertes tormentas han derribado torres de alta tensión en las afueras de la ciudad de Santa Cruz mientras sendos cabildos se realizan en cada una de las ciudades, y una cadena de oración en todo el mundo protege la vida y la batalla de estos valientes jóvenes de los nueve departamentos de la Bolivia del siglo veintiuno. ¡Fuera Evo, no ganaste las elecciones y perdiste al pueblo! “La Biblia regresará al Palacio quemado”, han prometido los líderes cívicos de la patria boliviana.
Rossemarie Caballero