Miguel Angel Ferreira, el poeta solitario del Teyu Cuare, nos comparte sus textos
Agrisado de miércoles de llovizna
La lengua en la punta De la mesa La intimidad es una cacería de fantasmas Tener algo para decir Paisajes imposibles A descubrir, entre multitudes alumbrar Hacerse al margen, Desde los bordes disparar Líneas de fuga, evadir La cadena del óxido cotidiano Hacer señales de humo En las memorias Contra los males del Imperio La irreverencia molesta a las máscaras Con sonrisas de Mefisto Acaso las últimas señales de humo Abran ventanas del ser oculto Y todo sea marea de brazos Entre abrazos.

A Nadie
A nadie escribo Para mis notas de papeles En amarillo Asomado al ventanal Elaboro vuelos, Destinos inciertos Mensajes en botellas Al mar Escritos en andenes Papeles sueltos con Un nombre Y esa llovizna que me da gotas De cristal en el vidrio Y esta mañana de domingo Descorre su cortina Con notas en piano Llovizna y truenos Más allá Del Mirto. Marcho día y noche Como un parque desolado. Busco respuestas donde está la palabra Desafío laberintos en busca de mí Latidos desacompasados Alertan las arterias De un poema inconcluso Sin rimas mis días de desatino O destino sin saber Desafinado bandoneón de tango Con acordes de guitarra Mis abandonos mis desatinos Mis desvaríos de poeta Enlazado al calor de una palabra Subo escaleras imaginarias En la búsqueda del mensaje Y un poema concluido.


