Poemas de un libro inédito con mirada Pizarnikiana
Dile que esa cosa de la muerte me hurga demasiado (yo tenía seis años cuando ella se fue) y dile que las aguas del mar me estremecen hay una balsa que me espera y voy. Se hunde. Navego en tu nombre abrazada al recuerdo de cuando eras niña miro la lumbre del faro de afuera y te veo flotar con alas de ángel te elevas hacia ultramar ¿Quién por mí preguntará? Mi alma gime en el canto de sirena que se aleja en lontananza escucho tu nombre desde un campanario. ¿Quién por mí preguntará? La noche se ha perdido envuelta en las olas y tu nombre en marea todavía me llama son palabras que no se oyen más. En un oscuro rincón de la nada te espero. /Rosse-Marie Caballero

Su voz era de lluvia ráfaga en la tormenta la tumba abierta miro el poema y un pozo se abre. La noche, una luna inmensa, eleva la palabra y zigzaguea el tono baja su voz, lenta se escurre late el tormento, y desespera. Fumaba ella y por dentro lloraba. /Rosse-Marie Caballero
Desconfianza Mi abuelo era un hombre de finales del siglo diecinueve. Trajo al mundo un racimo de hijos, uno de ellos fue mi padre. Mi padre era un hombre de inicios del siglo veinte. Trajo al mundo un racimo de hijos, uno de ellos fue mi hermano. Y él trenzó una guirnalda de flores en el cuello de su amada. /Rosse-Marie Caballero

