La valija y Voces fugitivas

Percepciones personales

Deseo comentarles estos dos libros que con cariño me llegaron -entre muchos otros- en diferentes meses de este año. Los autores son mis amigos y colegas escritores Amalia Decker y Heberto Arduz Ruiz respectivamente; ambos ciudadanos de La Paz, ciudad maravilla. Sobre » La valija» y «Voces fugitivas» esbozaré una percepción personal; no es una crítica elaborada, pero sí palabras de agradecimiento a la fortuna de tenerlos en mi hogar de Santa Cruz de la Sierra.

La valija, Editorial Kipus, 2022

La valija (2022) me parece un libro muy jugado. Contiene historias voraces como Amor prohibido. Un cuento corto, intenso y bien logrado. Con situaciones apabullantes que me dejaron bastante sorprendida. Otro de estilo erótico es La mecedora de la abuela… Y cuentos sobre el misterio que siempre representó en mi imaginario ese fenómeno de la guerrilla del Che en los años 60 y la resonancia a posteriori, cuando Amalia era apenas «una cría», como Años locos, Pesadillas, Mi amiga la jinetera. El libro lo recibí el día de su presentación en la FILSC de la propia Amalia, muy querida ella y prestigiosa novelista. Comentarles también que no me fue fácil conseguir su novela Carmela, y cuando la tuve, la llevé a Bs As para leerla mejor. Adivinen qué! Se quedó allá y me volví a Bolivia sin ella, acrecentando de ese modo anecdótico mis ansias por terminar de leerla y meterme más a fondo en ese misterio de lo que fue aquella lucha armada en ‘defensa de los ideales’ de otros, que en palabras retrospectivas de la narradora de La valija, fue un lapsus al mandarse «cagadas». Después de experimentar los atisbos del socialismo en Bolivia y países vecinos durante estas últimas décadas, le concedo razón. Lo fue! En mi opinión, «Patria o Muerte» refleja el grito de alienación más feroz de los antipatrias hacia la falacia y la corrupción moral y política. En tiempos en que Amalia Decker fue diputada yo leía sus columnas periodísticas y una de ellas inolvidable, «Pendejaditas diputadiles» me mostró lo capaz y transgresora que era ella como mujer cochabambina de agallas. Hoy con su «primer hijo varón», así llama la autora a su libro de cuentos La valija, la redescubro mujer valiente, empoderada, y la veo en cada página despojarse del peso que tienen las promesas erráticas del pasado.

Voces fugitivas, Ediciones Sagacom, 2022

Respecto de Heberto Arduz Ruiz, escritor tarijeño, sucrense y paceño al mismo tiempo, sino consulten su biografía y lo comprenderán. Diré que encontré en Voces fugitivas (2022) un solaz de lectura y solar de luz.

Me encantó la ‘pacificidad’ (si se puede llamar así) que provoca leer este libro donde habita la calma y el esplendor de la cultura, filosofía y literatura occidental que en el siglo XX se consumía con afán. Música de Claribel, con Tamayo protagonista! Autores como Borges, pintores como Van Gogh y Picasso, textos sobre escritores bolivianos citados y desarrollados breve y sustancialmente por Heberto, me invitaron a seguir hasta el final, no sin antes saltar a su poemario Trivialidades de tiempo perdido (segunda edición, 2022) de muy buena factura. Tanta lectura almacenada en el corazón del autor que nos ocupa brota como agua de su fuente a través de las páginas de estos libros, que recibí autografiados desde el cariño a distancia del autor en un cuidado sobre manila, envío exclusivo para la suscrita. Un verdadero honor y una invitación a conocer más de buena literatura de nuestros estudiosos, tranquilos, dedicados y profundos en su trato con las artes literarias. Y así queda explícita la vena artística que corre por la familia Arduz Ruiz, como en Fernando (QEPD) músico muy admirado y talentoso, y Marcelo, poeta exquisito, a quien leí desde joven y conocí en un Congreso en Tarija, y por supuesto de cuya tonalidad poética quedé prendada.

A Heberto lo conozco a través de sus letras y del tiempo precioso que me regaló al reseñar primorosamente uno de mis libros, mi Un collar para Beatrice (2020) reseña publicada por el autor – también corresponsal de la revista Letras del Parnaso de España- en el diario El País de Tarija e incluido en Voces fugitivas, nacido en otoño bajo el cielo de París. Imagino a Beatrice y su collar paseando las bibliotecas francesas de la mano de su mentor. ¡Grata y perenne imagen!

Agradecimiento total, queridos amigos Amalia Decker Marquez y Heberto Arduz Ruiz. No sé si se conozcan personalmente, pero ahora saben que cada uno es para mí un tesoro.

Atentamente,

Rossemarie Caballero

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