La autora tarijeña residente en Córdoba, Nelda Amalia Carretta reseña el último libro del escritor Heberto Arduz Ruiz

Reseña De la época cruel
Con pocos, pero puntuales signos, en un claro estilo coloquial y llano, Heberto Arduz Ruiz, interpela fina y elegantemente al lector, acerca de lo que fuimos y somos antes y durante la pandemia. El confinamiento, la cacería de ancianos, la incertidumbre ante el fantasma viral se visibilizan; gravitando aun más en la realidad del autor, por la lenta pesadez de un país aletargado –en evidente alusión a Bolivia, su “pobre país del desconcierto”[1]– cuya conciencia socio-política y de gobernabilidad se esfuma.
“En la hora cruel es preciso arrinconar el mal y no darle tregua” plantea en su tesis Arduz Ruiz, a través de un juego de alusiones y elusiones revestidas de simpleza y naturalidad potenciando una interacción dialógica con sus lectores, en virtud de esa clara intención metafóricamente manifiesta: superar la pandemia. Su finalidad es reflexionar acerca de ella para aceptarla y poder solucionar la crisis existencial que genera.

Ya en la primera parte de su obra, el escritor, esboza un escenario de tensión y catástrofe que evidencian una angustia vital. Mientras que, en la segunda parte, celebra, con euforia, la continuidad de la vida a pesar de estar “privados de todo”. Discurre sobre valores, fe, amor, confinamiento, muerte, llanto, y una oración para los infectados. E incluso, dialoga acerca del silencio y el ritmo de la ciudad de La Paz durante la pandemia.
En la tercera parte, el ensayista pide rogar al Creador por la paz y el planeta, en tanto que reconoce simbólicamente al coronavirus como espectro de venganza de la naturaleza contra el maltrato del hombre hacia ella, dando como ejemplo los incendios de la Chiquitania.
Ironiza respecto de la aparición urbana de ciertos animales silvestres, difundida por los medios y coincidente con la desaparición mediática de políticos (supuestamente a causa del distanciamiento social). Valora la introspección y el cambio de conducta personal y familiar como producto del confinamiento, considerándolos una moraleja de la crisis sanitaria; e interroga al partido gobernante sobre su gestión.
Llanto por la imposibilidad de despedir a quienes fueron víctimas fatales de la crisis, cuidarse y proteger la vida, oposición a la cuarentena de parte de los que especulan materialmente, acatar el confinamiento para no perecer, la urgencia de construir en paz un ambiente desprovisto de rencor y miedo en el marco de una ciudadanía y sociedad responsable son los tópicos que completan el tercer apartado.

En la cuarta parte, Arduz Ruiz se presenta en toda la magnitud de la dimensión filosófica existencialista –el hombre y su desconcierto–en la concepción milleriana de la nada. En el tiempo que nos tocó vivir, invitándonos a cambiar de hábitos en nuestra relación con el planeta y con el coronavirus, a no retroceder para arrinconar el mal –como el Cid. En una época que nos libera de ver en televisión a los políticos, prometiendo y haciendo lo que no deben –canchitas y no, hospitales– según la suspicaz y crítica mirada del propio autor.
Una existencia amenazada, memoria, añoranza, el amar, abrazarse fuerte, encierro, necesario apoyo a Bolivia, y entre ciudadanos y gobernantes en la lucha por la pandemia; reencuentro familiar después de la misma; esperanza de un nuevo amanecer, fe y unión ciudadana para construir el futuro, son planteos que el sujeto de la enunciación –el hombre preocupado por la pandemia– le hace a los hombres que perviven en ese contexto, a los ciudadanos, a los bolivianos, en definitiva a los lectores.
Pero, incisiva y visceral, una pregunta retórica abre una valla de fuego: ¿se puede permanecer en funciones si se carece de credibilidad? Es el punto de partida para que el destinatario directo sea el ex presidente de Bolivia Evo Morales y el enunciador, la voz del que le anticipa un final de ciclo. Es el momento de mayor tensión que alcanza la argumentación de este abogado y escritor.
Paceño de nacimiento, tarijeño por adopción, Heberto Arduz Ruiz en su Notas del Facebook. Aguja e Hilo vs. Papel y Lápiz, plasma dos aspectos personales propios: una visión amplia del mundo, propia de quien vivió desarraigos, viajes y se formó vivencial, social, política y académicamente como hombre de letras y de leyes. Y su generosidad, al reconocer a escritores de esa red social: Homero Carvalho Oliva, Nils Puerta Carranza, Andreyna Herrera, Anita Rosa Reyes, Miguel Alpire que con distintos géneros, estilos, formatos y temáticas proporcionan la posibilidad de una lectura y escritura interactiva y creativa, individual y de conjunto.
En cambio, una visión muy intimista impregnada de una subjetividad inherente al hombre que amó y vivió, se percibe en sus microcuentos –Maleta trajinada, Retazos del corazón, Separación fatal, Voluntaria reclusión domiciliaria, La llegada del tren, Hombre de silencios, Confinamiento– que trasuntan vitalidad en el decir y sentir, inclusive en conversaciones con su propio yo.
El Alzheimer, la llegada del tren (metáfora de la muerte), y la vida, están entre su preocupaciones generacionales; sin embargo, en sus Crónicas de amor y olvido devela su íntima confesión: la paradoja de haber sido hombre de pocas palabras, aun enamorado del amor, la poesía y la literatura,que implican ser expresivo con ellas.
Por medio de una prosa ágil y dinámica, asimismo vital y dotada de un fino humor, Arduz Ruiz plantea en clave de profunda filosofía humana, social, política y comprometida, la gravedad de la situación, sin agobiar debido a su estilo discursivo y su abordaje temático.

En suma, De la época cruel, le sirve al autor de pretexto para dar rienda suelta a su maravillosa forma de decir y sentir esta crisis existencial desatada por la pandemia; concebida y asumida desde una equilibrada perspectiva –ni absolutamente pesimista, ni absolutamente optimista– que provocan en el lector cierto sosiego, deleite y esperanzas, mediados por la intertextualidad fugaz de las historias, además de su breve extensión y delicada línea y trama argumental.
[1]Como lo llama el autor en su poema “Patria Mía” (El país, Tarija, Bolivia 2020). Disponible en https://elpais.bo/cultura/20200726_patria-mia.html)
Nelda Amalia Carretta Casap
Córdoba, abril de 2021

Primera edición. Editorial Sagacom. La Paz – Bolivia, 2020 (76 páginas).
Heberto Arduz Ruiz nació en La Paz, 1946. Doctor en Derecho. Estudió en Tarija y Sucre. Desde la época de universitario sus artículos fueron publicados en Presencia Literaria, El Diario, Hoy, El País, Correo del Sur, La Patria y en diversas revistas culturales, entre ellas Signo. Publicó: Hombres y letras (1978); Mis personajes de fin de siglo (2013); Rastrojo de lecturas y Obituario (2013); Brizna de fuego (2014); Trivialidades de tiempo libre (2015); De la vigilia al sueño (2016); Sueños intactos (2017); La patria del corazón (2018); Antes de la sombra de olvido (2019); Tiempo y vida (2019) y De la época cruel (2020). Corresponsal de Bolivia en la revista virtual “Letras de Parnaso” de España.

Coautora del Libro sobre investigación en Lingüística “LLamiy Kallpi” y de la Investigación “Mito y originalidad en la narrativa oral de Monterrico”, entre otras.
